22 de septiembre de 2015

17 de septiembre de 2015

SAI Mercat de Musica Viva de Vic 2015

Sai Trio
Auditorio Atlantida
VIC
21H






Sònia Sánchez, Agustí Fernández, Ivo Sans.

Adentrarse en esta propuesta genera el mismo vértigo y emoción que cuando se está presenciando un acontecimiento desconocido y asombroso, como si contempláramos la negra herida del Tiempo que nos va engullendo sin remedio, mostrándonos del otro lado un abismo de sucesos muchas veces indescifrables e inefables, incluido el propio vacío: Sònia es puro magnetismo ancestral, y a través de ella tanto la tradición como la modernidad encuentran una vía de expresión.
No sólo alimenta el suceso musical con sus tacones, también corporiza (¿o quizá sería más apropiado escribir cataliza?) el intrincado lenguaje de los instrumentistas, consiguiendo traducir a un nivel más inteligible por más humano lo que éstos comunican en un idioma complicado, áspero, desquiciante, casi diría alienígena.
La ejecución de Ivo me transmite cierto primitivismo, desaliño en las formas y una negación a lo absoluto, así a veces golpea su instrumento, con una inteligente falta de respeto. Y Agustí es como un reconocedor, extravagante en su interior, circunspecto en su exterior, medio loco medio sabio, al mismo tiempo cercano y distante, que de manera obsesiva emplea su piano como si de un laboratorio o un mecanismo informático se tratase, codificando y descodificando, construyendo y deconstruyendo, encontrando fórmulas que pueden o no abrirle nuevos terrenos a explorar, no tanto por el hecho de querer resolver algo en específico, que también, sino por la necesidad de ir hacia delante, o hacia los lados, jamás quieto ni mirando atrás ni hacia lo ya conocido…Una exploración inédita, arriesgada y triple salto mortal sin red en busca de enlaces entre el free jazz y el flamenco; en otras palabras, un intento por construir un diálogo (más o menos ordenado, más o menos deliberadamente desordenado, siempre retroalimentándose y reconociéndose) entre dos géneros que, si por un lado parecieran tan distantes en principio —el free jazz suele ser irreverente, heterodoxo y con tendencia a mostrar rechazo por todo; en cambio, el flamenco respeta mucho su tradición e incluso la venera—, por otro, ciertamente logran corresponderse a través de puentes comunes, como podrían ser la brutalidad y el misterio.Definitivamente creo que el SAI trío es una manifestación artística que no puede dejarnos indiferentes.